@GMuguruzaBBVA.- La década de los sesenta tiene un nombre asociado en el tenis femenino. Margaret Smith Court logró lo que ningún otro tenista ha hecho en la historia. Además de ser en 1.970 la segunda mujer, tras Maureen Conolly en 1953, en hacer el Grand Slam en individuales, esta australiana tiene el mayor récord de títulos importantes en la historia: 24 en individuales, 19 en dobles y 19 en dobles mixtos.
Su leyenda en el mundo del tenis femenino se asocia a los 62 trofeos de los grandes torneos que figuran en sus vitrinas. Pero además Margaret Court logró meterse en otras 23 finales de Grand Slam más. Tiene más grandes en singles que ningún otro jugador, superando incluso a la checa Martina Navratilova. Ganó 24 de los 29 torneos en los que participó: 11 Abiertos de Australia, siete de ellos consecutivos, cinco Roland Garros, tres Wimbledon y cinco Abiertos de Estados Unidos.
En 1963 se hizo por primera vez con el torneo de Wimbledon frente a la norteamericana Billie Jean Moffitt, a la que derrotó por 6-3 y 6-4, completando así su palmarés con los cuatro grandes y convirtiéndose en la primera australiana en conseguir el preciado torneo inglés sobre hierba.
En dobles mixtos, la final de Wimbledon en 1.964 le privó de alzarse con el Grand Slam en tres años consecutivos -lo había logrado en 1.963 y 1965-. Ken Fletcher, Robert Mark, Fred Stolle, Marty Riessen y John Newcombe fueron sus parejas en los cuatro Abiertos de Australia y Roland Garros, cinco Wimbledon y ocho Abiertos de Estados Unidos que ganó en esta categoría.
Margaret Court está considerada pionera en el entrenamiento físico y el perfeccionamiento continuo de la técnica, especialmente el saque y la volea, como fórmulas para conseguir el triunfo, lo que le permitió mantenerse como número uno del mundo durante más de diez años. Aunó en una misma raqueta un juego perfecto con una gran resistencia física. No era alta, pero tenía unos brazos y piernas muy largos, lo que le permitía ser ágil en la pista y golpear con fuerza la pelota para imprimirle velocidad y hacerla inalcanzable para sus rivales.
Quizás fueron sus entrenamientos con hombres, con los que jugaba al tenis, usando pesas y largas carreras, los que le permitieron desarrollar un estilo de juego similar al de ellos, agresivo y resistente. Por todo ello acabó ganándose el apodo de ‘amazona australiana’.
En 1.977 tuvo que retirarse definitivamente, tras varios descansos, con la llegada de su tercer hijo. Pero Margaret Court ya se había convertido en un ídolo para Australia y un ejemplo a seguir para el mundo del tenis, tanto femenino como masculino. La tenista australiana demostró que con ilusión, trabajo, esfuerzo y competitividad el ser humano es capaz de conseguir todo lo que se proponga.
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