Los ‘penitentes’, el lazo entre Semana Santa y alpinismo

@RetoCarlosSoria .- Deporte y tradición suelen ir de la mano pero en casos tan antagónicos como la Semana Santa y el alpinismo parece mentira que así sea. Una palabra les une y son los ‘penitentes’, una curiosa formación que se encuentra a gran altitud, como delgadas y altas cuchillas de nieve o hielo endurecido que están muy próximas entre sí, alineadas en sentido este-oeste e inclinadas hacia el norte, siempre apuntando hacia el sol, por lo que, curiosamente, no proyectan sombra.

No sólo existen los penitentes de la Semana Santa: un auténtico espectáculo para los ojos, un esfuerzo para las piernas. Pero pese a esta maravilla de la naturaleza, atravesarlas es complicado y supone un gran esfuerzo.

Carlos Soria explica que los penitentes son “unas agujas de hielo que se forman mucho en el Himalaya aunque no son muy comunes, siéndolo más en Los Andes y en las zonas de Argentina y Chile, por el clima y se forman por la proximidad del mar, la humedad, el viento”. Y aunque su vista es un auténtico espectáculo, “es muy incómodo andar por ellos”, afirma el alpinista abulense, y dificultan las tareas para llegar a la cumbre de las grandes montañas del mundo, como el Shisha Pangma.

Los elementos necesarios para que puedan formarse penitentes son: existencia de nieve fresca de cierto espesor, elevada radiación solar durante largos periodos despejados y sin precipitaciones, bajas temperaturas, por debajo de 0ºC, y baja humedad relativa. Dadas estas condiciones, la formación de penitentes generalmente comienza con pequeñas depresiones en el manto de nieve. La altísima radiación y baja humedad que predomina en estos ambientes promueven la sublimación (cambio de fase sólida a gaseosa) de las pequeñas crestas de nieve que quedan entre las depresiones, y que poco a poco se van haciendo más profundas.

Se suelen concentrar, sobre todo, entre los 4.000 y los 5.200 metros. Por debajo de esa altura las temperaturas no son tan bajas y los penitentes pierden su forma aguda por derretimiento, mientras que por encima de los 5200m la nieve se mantiene en polvo demasiado tiempo, evitando su desarrollo.

Los penitentes comienzan a formarse a finales del invierno y no superan los 15-20 cm de altura. Durante la primavera y el verano estas crestas pueden alcanzar generalmente alturas de entre 1 y 3 metros, pero también se han observado casos de penitentes de entre 5 y 8 metros. Y no hay que confundirlos con los seracs, que son bloques de hielo formados por planos de grietas en zonas de rápido movimiento de un glaciar.

 

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