LIGABBVA.COM.- A Carles Puyol, la Pobla de Segur se le quedó pronto demasiado pequeña al igual que el coqueto club que daba nombre al pueblo leridano. La mítica residencia del Barcelona, La Masía, recibía a temprana edad, por expreso deseo de sus padres y al seguimiento de los ojeadores del club, al que para muchos es el mejor central de la historia culé.
Versatilidad, resistencia, polivalencia y fiabilidad, fueron características que no pasaron desapercibidas para los scouts del Barça y que se encargaron de potenciar los técnicos de las categorías inferiores, asombrados por el físico y la solidez mental de un imberbe que iba para figura.
Empezó como lateral derecho pero cuando el gimnasio hizo su trabajo, el centro de la zaga fue el lugar elegido para rendir a plenitud
La alternativa llegó pronto. Louis Van Gaal necesitaba sabia nueva para su proyecto y se fijó en aquel chico tímido pero intenso que iba al choque como una fuerza extraordinaria. La madurez de un veterano habitaba en el cuerpo de adolescente. Empezó como lateral derecho pero cuando el gimnasio hizo su trabajo, el centro de la zaga fue el lugar elegido para rendir a plenitud, a pesar de no llegar a los 180 centímetros.
Esa falta de estatura la sorteó con agilidad, pundonor, anticipación y experiencia. Inteligente y poco dado a los adornos, Puyol nunca se complicó la vida con un balón en los pies y prefirió que esa gloria fuera para otros. Él ya se encargaría de levantar los trofeos.
Un 2 de octubre de 1999 se vistió de corto para debutar en el Camp Nou frente al Valladolid. Con el sueño cumplido, nada ni nadie le hizo bajarse de la cama. Sólo alguna lesión inoportuna le ha alejado del verde y su hueco se ha dejado sentir en demasía. Desde aquel día, los títulos han caído como fruta madura. 19 de club y 3 con la Selección, incluida una plata en los JJ.OO de Sidney en 2000.
En 2009 tuvo el privilegio de ser el único capitán en la historia del club en levantar seis trofeos en apenas doce meses
Su palmarés es tan extenso que da vértigo y casi se recita de carrerilla. En la competición doméstica ha logrado 6 Ligas BBVA, 2 Copas del Rey y 5 Supercopas de España. Pero en Europa tampoco se ha cansado de levantar metales. 3 Champions, 2 Supercopas y 2 Mundiales de clubes han pasado por sus manos.
En 2009 tuvo el privilegio de ser el único capitán en la historia del club en levantar seis trofeos en apenas doce meses. A pesar de que el fútbol no tiene el romanticismo de otros deportes, a nadie debería extrañar que el dorsal de Puyol fuese retirado. Pocos capitanes se han ganado por carácter, galones y jerarquía un reconocimiento a una carrera tan laureada.
Ahora, a sus 35 años y con contrato en vigor hasta 2016, Puyol afronta con la ilusión de siempre la temporada que recién ha comenzado. El club no forzó la llegada de un central porque confía en su fútbol y en que le respeten las lesiones. El Tata Martino tiene ya a su central, Carles Puyol, toda una institución en Can Barça.
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